Y de qué estamos hablando?Se trata de un museo que alberga en sus aposentos un gran navío construido para fines de guerra entre 1626 y 1628. En la misma estuvieron implicados el astillero Antonius Monier y los carpinteros que trabajaron a tiempo completo para realizar la inmensidad de esculturas que se incluyen en el buque además de su propios armazón y esqueleto. Se calcula que fueron talados más de 1000 robles para su construcción.
Fué mandado construir por el Rey Gustavo II Adolfo de Suecia, de la casa Vasa. Buscó no sólo reformar la armada sueca sino hacerlo demostrando su poderío.
La gran desgracia y pena fue que al aparecer una suave brisa cuando el navío navegaba junto a la Isla de Södermalm, éste escoró. El agua comenzó a penetrar en la bodega y en apenas quince minutos tras elevar anclas, el barco se hundió.
Tras trescientos años de prácticamente olvido, el arqueólogo Anders Franzes, se empeñó en su encuentro en el 1956.
Tras 6 años de rescate el barco pasó a formar parte del museo, necesitando tratamientos varios para su mantenimiento. Los colores que presenta no son los que presentaba en su inauguración .
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