Aquí podéis ver una imagen de la sesión de esta mañana del curso. Hemos tratado aspectos de la escucha activa, esto es, maneras de prestar atención sin que parezca que pasamos de nuestro interlocutor, y maneras de atraerlo hacia la escucha activa (en nuestro caso, a los alumnos, obviamente) cuando parece que está empezando a desconectar.

La parte más interesante ha sido un ensayo de "coaching" en el que hemos jugado sucesivamente y por parejas el rol de "coach" y el de persona que necesita la sesión de "coaching". Para los que no sepan de qué estoy hablando, se trata de ayudar a alguien que tiene un problema (cualquier tipo de problema, sea laboral, personal, de pareja, etc.) pero de manera que sea la propia persona la que vaya encontrando la solución. Para poder hacer eso bien hacen falta algunos elementos: escucha activa, por supuesto, para que la persona se anime a hablar, pero también cierta habilidad para guiar a través de preguntas, reformulación del problema, indagación, ... La clave está en ir desplazando al otro desde la formulación del problema hacia el objetivo que busca, y desde la situación en la que está, hacia el reconocimiento de las opciones que se le presentan, y por último a lo que realmente quiere hacer (con compromiso de que lo va a hacer).

Aplicarlo ha sido interesante y enriquecedor. Hay algo prohibido en el coaching, que es dar consejos. La persona debe encontrar una salida, pero debe ser la salida que quiere encontrar, y debe ser a partir de las opciones que ve factibles. Parece que le estás vendiendo humo pero os aseguro que no, lo he visto.

A partir de lo que hemos ido practicando en el curso, han salido dos ofrecimientos muy interesantes, gracias al contacto con otros profesores participantes: En primer lugar, una profesora de Rumanía (para mañana conseguiré el nombre de la ciudad donde está su centro) está buscando otros centros para hacer un intercambio. Le he dicho que lo comentaría en el nuestro a ver si hay posibilidades. Todo esto, tengo que decir, gracias a lo bien que he vendido nuestra zona en la presentación de nuestro proyecto; se han quedado todos soñando con la Alhambra, Sierra Nevada, la playa, los mangos.... 

En segundo lugar, una participante de Hungría que es vicedirectora de su centro me ha hablado de un proyecto liderado por pedagogos norteamericanos que propone un enfoque hacia los alumnos disruptivos y poco motivados que no consiste en castigar ni trabajar con recompensas (no punishment no reward, se llama). En fin, después de tanto enfoque positivista en psicología y pedagogía, puede que estemos ante algo rompedor. Mañana prometo saber más.

Y bueno, también sigo aprendiendo sobre Eslovenia. O sobre Liubliana, mejor dicho, que no es lo mismo, como recordaba una pintada en la calle que hasta yo he sido capaz de interpretar. Son curiosos, parece la ciudad perfecta. Tiene un centro peatonal lleno de cafés, las calles son anchas, está rodeada de montañas, hay parques llenos de árboles inmensos, las zonas residenciales son tranquilas, ajardinadas, con parques infantiles... Hasta ahora solo he visto a una persona pidiendo por la calle, y prácticamente no hay pintadas ni grafitis. Parece que no tienen nada que pedirle a la vida, aunque también me he encontrado una pegatina negacionista por aquí. Decía, según me ha traducido la profe, que si estás sano/a no tienes que hacerte tests ni vacunarte ni llevar mascarilla. Lo de la mascarilla y los tests puede ser discutible, pero lo de la vacuna... En fin, se supone que solo te la puedes poner si estás sano/a. 

Ya veis, en todas partes cuecen habas, aunque aquí parece que cuecen menos que en nuestro país.

¡Un saludo y buenas noches!